martes, 8 de junio de 2010

EL DELICADO ARTE DE VENDERSE A SI MISMO

Por: Luis Hermann Elizalde

Tocan a la puerta de mi oficina y la figura de uno de los ingenieros se hace presente al atravesar el espacio entre la entrada y mi escritorio. Aunque él pertenece a otro departamento dentro de la organización en la que ambos colaboramos, existe una relación directa de colaboración de funciones con mi departamento.

Al detenerse frente a mí me hace la siguiente pregunta – “¿Cómo le puedo hacer para salir del anonimato donde me encuentro? Ya no quiero seguir siendo solamente operativo; mis aspiraciones son un ascenso a funciones más administrativas. La verdad que siento que mi jefe no tiene ningún interés en promoverme con los demás jefes aún y cuando Soy Yo quién le saca todo el trabajo del departamento, mientras que los verdaderos responsables pierden el tiempo de la compañía”-
Y la verdad es que el ingeniero en cuestión tiene toda la razón. Es un elemento muy valioso para la organización; pues es de las pocas personas que puede medir en términos económicos cada una de sus aportaciones a la compañía y que son respaldadas por el departamento de finanzas.
¿Cómo lograr el arte de la autopromoción sin caer en la humildad excesiva o por el contrario, exaltar demasiado cada uno de nuestros logros?

No es tarea fácil, y cada caso es diferente según las circunstancias del momento. Si con frecuencia vamos gritando con bombo y platillo nuestros logros, seguro que caeremos inmediatamente de la gracia de todos y seremos etiquetados como el típico fanfarrón. Pero por el contrario, sucede con más frecuencia que creemos que si no decimos nada, nuestros superiores sabrán apreciar el buen trabajo que realizamos y pronto seremos recompensados; pero no, la mayoría de las veces se pasa desapercibido ante los demás jefes o gerentes.

Una buena táctica es la de aprovechar conversaciones entre personas de diferentes departamentos, narrando con entusiasmo situaciones en las que uno ha colaborado y como fue nuestra participación específicamente para el logro de objetivos.

En la mayoría de los casos, desestimamos las relaciones con colegas y gente que conocemos; cuando por el contrario, esta es la base para comenzar a construir esa comunicación que ayudará al reconocimiento de los logros individuales. Es a través de estas redes y de ofrecerse a colaborar con ellos en sus proyectos que uno va demostrando con hechos y no solamente con palabras, el valor agregado de nuestra persona.

Siempre debemos estar listos ante cualquier encuentro inesperado con algún otro Gerente o director en el elevador o quizá en el mismo vuelo. Es importante construir un pequeño resumé de nosotros mismos donde hagamos notar quienes somos, que hacemos y cuáles han sido los proyectos en los que hemos hecho la diferencia.

En toda organización existe gente que sin el menor escrúpulo querrá adueñarse de nuestros logros. Hay que estar preparados para defenderlos y como dicen en la guerra “La mejor defensa es el ataque”; debemos informar oportunamente a nuestro jefe sobre nuestros méritos, a través de e-mails; de manera que siempre quede evidencia de nuestra autoría ( La marca registrada por así decirlo).

Además, asegúrese de que alguien más lo sabe, además de su jefe directo, pues la información puede fluir al jefe de su jefe por algún otro canal o a alguien más con mayor peso en la organización.

El Pensamiento Flexible

Por: Alberto Garza

Los hombres nacen suaves y flexibles, en la muerte son rígidos y duros.

Las plantas nacen tiernas y dóciles, en la muerte son secas y quebradizas.

Entonces cualquiera que sea rígido e inflexible es un discipulo de la muerte;
cualquiera que sea suave, abierto y flexible, es un discipulo de la VIDA.

Lao Tzu.